Nuestro nido de amor
3 de julio de 1998
Jaime se está comportando como un verdadero caballero durante los primeros meses de nuestra relación. Todo está yendo a las mil maravillas. Sin embargo, de vez en cuando, veo y noto cosas raras. Quizá es mi imaginación. Yo, que nunca he hurgado en las cosas de los demás, me he puesto a controlar su agenda, no sin sentimiento de culpa. Me he encontrado con mensajes codificados, indicios de que algo me está escondiendo, pero no consigo recabar pruebas de nada. En fin, prefiero optar por no comerme la cabeza demasiado, y hemos seguido viéndonos hasta que hoy, al mediodía, me ha pedido que vaya a vivir con él.