Ideas arcaicas sobre la virginidad
Todavía hay personas que creen que la pérdida de la virginidad femenina queda demostrada si las sábanas se manchan de sangre la primera vez que practican el sexo. Tanto lo creen que, muchas veces, los hombres piensan que ella ha mentido si no sangra. Esta situación puede crear desconfianza y recelo, si no se tiene la información adecuada: lo que sangra al ser desgarrado en la primera penetración sexual es el himen, pero ésta es una membrana muy frágil que puede rasgarse por algo tan sencillo y habitual como un movimiento gimnástico brusco o montando en bicicleta. Por otra parte, el tejido del himen, en algunas mujeres, es muy elástico, de modo que jamás consigue romperse con la penetración a lo largo de toda la vida y, por lo tanto, ellas no sangran la primera vez, e incluso no les duele, sino que sólo sienten un leve escozor.