Topacio
Esta posición no requiere realizar mucho esfuerzo:
1. Desde atrás, él se amolda en intenso contacto a la silueta de la amante, que está tendida con las piernas flexionadas.
2. El hombre se interna suavemente por entre la estrecha abertura de sus muslos y la penetra. La fricción es muy firme por la manera en que están situadas las piernas femeninas, lo que favorece la contracción natural de los músculos vaginales que rozan el pene con fuerza.
3. La máxima concentración de energía la emplean en mover las caderas al mismo tiempo, sin perder el contacto en todo el coito. Él la estimula besando o lamiendo su cuello, la nuca, la parte superior de la espalda o los hombros. Ella, con la mano libre, le acaricia el muslo o la lleva a sus pechos.
Si la mujer está en un estado avanzado de embarazo (a partir del sexto mes en adelante) esta forma de unirse, de la que disfrutan tanto él como ella, es la más apropiada porque no se genera ninguna presión sobre el vientre femenino.