Capítulo 11
Masturbación y fantasías
En este capítulo
Algunas ideas acerca del autoerotismo
Una selección de técnicas para tu propia satisfacción
Aprende a compartir este disfrute especial con tu pareja
Dale rienda suelta a tu imaginación a la hora de buscar el placer
La búsqueda del placer es algo innato en la vida y, si hablamos de sexualidad, el autoerotismo es la manera más natural y la primera para hallarlo.
Las caricias y estímulos en el propio cuerpo son una de las experiencias más ricas que se pueden tener y son una práctica muy saludable para mantener el equilibrio físico y mental. Los orientales recomiendan incluso olvidar las inhibiciones para dedicarse únicamente a responder a la voz erótica que surge de lo más íntimo.
Al masturbarse, se aprende a conocer los genitales y sus reacciones, al igual que otros puntos del cuerpo sexualmente sensibles. Y, tanto estando a solas como en pareja, se disfruta de total libertad y se puede dar rienda suelta a las fantasías: ninguna presión o exigencia nos altera, no hay que alcanzar metas ni demostrarle nada a nadie.
Es así como ganas en madurez, habilidad y creatividad sexual, algo con lo que no se nace, sino que es un arte que se aprende en la intimidad y que, volcado en las relaciones compartidas, enriquece enormemente el erotismo.