Vive el sexo libremente
En ocasiones resulta imposible desvincular el goce sensual del amor y si bien es cierto que las emociones y la proximidad afectiva son importantes, también lo es la pasión, ya que se puede sentir atracción física independientemente de los sentimientos. También, según la edad, los prejuicios o la educación restrictiva siguen pesando demasiado.
La asignatura pendiente de la mujer
Así como el hombre acepta libremente este aspecto de su vida (sobre la psicología masculina, te explico más cosas en el capítulo 3), estimulado por la sociedad, la asignatura pendiente de la mujer de este nuevo siglo es comprender que sus instintos sexuales son naturales, por lo que, en vez de reprimirlos, debe disfrutarlos plenamente. Que te sientas atraída y excitada por un hombre y goces de la sensualidad no es libertinaje, sino auténtica libertad que, si la vives sin culpas ni vergüenza, te hará sentir auténtico placer en todas las esferas, tanto en la emocional como en la física y la psicológica. (Si lo que quieres es profundizar sobre la psicología femenina, en el capítulo 4 encontrarás más información.)
Cuando dos personas se funden en una relación sexual apasionada y se lanzan al juego del amor, dándose goce mutuamente, crean juntas una de las más bellas y auténticas situaciones de su vida. El universo de los sentidos es una fuerza natural e insoslayable, que todas las mujeres pueden y merecen alcanzar, para ganar en sensibilidad, con lo que llenan su vida de riqueza sensorial y plenitud.
El amante dedicado
A medida que un hombre alcanza su madurez y acrecienta su experiencia, va conociendo mejor sus necesidades eróticas y su respuesta sexual. En esa etapa de su vida ya no le interesa satisfacer únicamente el instinto urgente de sus primeras vivencias ni convertir el coito en un acto estrictamente biológico que sirva para aquietar su excitación.
Lo que ese hombre desea es un erotismo más profundo: aquel que requiere un clima de confianza singular y un estado emocional propicio, además de una sensación de complicidad con la amante. Por eso, explora constantemente nuevas técnicas amatorias, refinándolas, lo que le permite gozar más y a la vez dar más disfrute a su pareja.
Pero sea cual sea el perfil erótico, el secreto de la plenitud masculina es lanzarse al sexo espontánea y libremente, como si cada contacto fuera una fiesta inaugural.