Capítulo 13
Un entorno perfecto
En este capítulo
Todo lo que te rodea influye en ti
¿Mucha o poca luz? La elección es decisiva
Las fragancias te envuelven y suman sensaciones
El encanto de la lencería en la intimidad
Cuando una pareja se encuentra para hacer el amor es evidente que existen un deseo y una energía previos que los hacen sentir predispuestos y atraídos el uno por el otro. Sin embargo, en ocasiones, los amantes llegan a su cita cansados o con alguna tensión producto del estrés del día a día y resulta positivo crear un entorno especialmente erótico a través de estímulos externos.
Del mismo modo que cierto tipo de ropa interior o perfumarse el cuerpo con un aroma sugerente induce a la sensualidad, también es posible vestir y aromatizar el medio donde tendrá lugar la sesión amorosa e iluminarlo para crear un efecto sugerente.
La luz indirecta y tenue es muy eficaz y si en la semipenumbra se encienden velas aromáticas o incienso, se estimulan la vista —a través de los cuerpos que se visualizan en un juego de luces y sombras— y el agudo sentido del olfato adquiere un papel decisivo al percibir el perfume del entorno, lo que genera reacciones sensoriales y provoca la respuesta sexual.