La idea del coito en ellas y ellos
El cambio de actitud de las mujeres en las últimas décadas ante el coito ha modificado muchas percepciones, y cada vez son menos las diferencias en relación con la sexualidad entre ellas y ellos.
No obstante, todavía hay hombres para los que el coito es el único objetivo, y vuelcan en ello todas sus energías, ya que les representa un placer supremo sentir el pene en el interior de la cálida y húmeda vagina. Esto los lleva a apresurar el momento de la penetración, guiados por la excitación, sin advertir que su pareja aún no está preparada.
Para ellas es diferente, porque —aunque tienen sensibilidad vaginal—, su máximo punto de placer está en el clítoris, que debe ser estimulado antes y durante la unión. Así es como el conducto vaginal adquiere la lubricación adecuada para que la satisfacción de ambos sea plena.
Incluso estando muy excitadas, algunas mujeres emiten poco flujo vaginal o no lo emiten; en otras, en cambio, la lubricación es abundante. Pero es preciso saber que, en todos los casos, la vagina lubricada facilita la penetración y ayuda a que los músculos vaginales se distiendan, aunque el pene sea grande y la erección muy firme.
Detalles íntimos
En general, todas las mujeres, aunque su orgasmo se produzca al rozarse el clítoris contra los genitales masculinos, o por su estimulación directa, disfrutan al sentir que el miembro de su amante las penetra y luego permanece alojado dentro de su cuerpo durante el coito, debido a la estrecha intimidad de ese contacto, que los funde a ambos en el disfrute.
Cuando el pene, en sus embestidas, frota las paredes de la cavidad vaginal, a veces el aire que se desplaza provoca un sonido peculiar. Les ocurre a muchas mujeres, aunque no siempre se oye. Para no estar pendientes de ello porque puede desviar la atención del goce, si ella se siente incómoda con ese ruido, bastará con que lo comente, incluso de manera divertida, para que él sepa que es algo propio de la naturaleza.