En esta parte...
Si has leído los capítulos anteriores, seguro que has aprendido la importancia que los aspectos psicológicos y hormonales desempeñan en todo lo referido al deseo sexual. Pero éste, como bien sabes, no es sólo una cuestión mental, sino también física, y es de ello de lo que voy a hablarte en las páginas que siguen. Con sus genitales y órganos sexuales, el cuerpo es el gran protagonista del erotismo, su vehículo de expresión plena. Por ello, te voy a ayudar a descubrir sus partes más íntimas, aquellas que, visibles o escondidas, acaparan un protagonismo más activo en el juego erótico y su culminación. La explicación te servirá para conocer también aquellas zonas erógenas cuyo estímulo desencadena el deseo y la necesidad de satisfacerlo hasta llegar a ese momento supremo que es el orgasmo, del que también te hablaré aquí.
Las posibilidades del autoerotismo y de la fantasía, así como una mirada a los métodos anticonceptivos cuyo desarrollo tanto ha contribuido a la liberación sexual, son los temas que cierran esta parte que te invito a leer con atención.