Jaspe
Esta postura es ideal para gozar despacio en un coito de ritmo sereno y constante.
Éstos son sus pasos:
1. El hombre se echa de lado junto a la mujer y sus piernas se entrelazan una y otra vez, hasta que ella coloca una encima de la pareja, elevando levemente la cadera y separando un poco el muslo para facilitar la penetración.
2. Al tener la pierna en alto, el ángulo de apertura de la vagina se estrecha, lo que ofrece gran placer, porque mientras el pene recibe una fricción intensa, en cada embate, frota el clítoris.
La íntima fusión de los cuerpos permite el intercambio de caricias. Las manos viajan por la piel, estimulándola de distintas maneras:
Con las yemas de los dedos.
Con las palmas.
Rozándola con las uñas.
Todo al mismo tiempo que los movimientos se van haciendo cada vez más firmes y cadenciosos.
Muy placentera para ambos, esta unión crea un vínculo de profunda intimidad entre los amantes. Asimismo, es muy fácil variar la posición si lo desean durante la cópula, moviendo brazos o piernas, inclinándose a uno u otro lado, o cualquier otro desplazamiento que dicte la imaginación.