1 sexo grupa¡, además del incentivo erótico que supone el intercambio de estímulos entre varias personas de ambos sexos o de diversas orientaciones sexuales, tiene otro aliciente. Es decir, desconocer lo que va a ocurrir, porque no depende de una decisión personal o de algo que se desea, sino del puro y simple azar marcado por las leyes propias del encuentro.
A diferencia de otras prácticas, el sexo en grupo no se puede llevar a cabo de forma espontánea, es preciso planificarlo. De modo que esa fase de preparación resulta muy incitante para quienes lo organizan y también para los invitados, porque sube la adrenalina ante la situación desconocida que se aproxima.
Depende de la personalidad y de las circunstancias de cada uno preferir que las personas que participen sean desconocidas o amigas.
En el sexo en grupo el aspecto lúdico está por encima de otras manifestaciones y prácticas sexuales. Son parte de la interrelación entre los participantes y una forma eficaz de crear un ambiente de confianza y generar deseo.
En las boutiques de artículos eróticos, y también a través de Internet, es posible hallar infinidad de juegos. Hay barajas de naipes que tienen figuras que representan posturas o actividades sexuales que hay que cumplir durante el juego; cubos cuyas distintas caras contienen palabras como tocar, senos, nalgas, labios, gemido o similares; ruletas que al detenerse el disco en un punto señalan una práctica erótica, e igual sucede con juegos de tablero semejantes a «la oca», donde la acción depende de la casilla en que se cae, entre otras muchas variantes posibles.