a variedad sexual es un gran estimulante erótico. Cambiar las diversas posturas del coito introduce gratas sorpresas, impidiendo que se caiga en conductas rutinarias o monótonas que anulan la libido.
Dejar volar la imaginación o representar alguna posición vista en una película o un libro incentiva la pasión. Pero siempre evitando caer en atletismos y acrobacias, que pueden resultar más incómodos que placenteros o dañar alguna parte del cuerpo.
Iniciar el coito de una manera y después variar, si no se tiene la resistencia suficiente para mantenerla, es una conducta sabia y válida porque el cambio genera diversidad de sensaciones.
Asimismo, las posturas que permiten una penetración profunda del pene den tro de la vagina son las preferidas de ellos, al igual que las más placenteras para ellas son las que permiten que su clítoris sea rozado, una y otra vez, para desencadenar el orgasmo. Teniendo siempre presente que en el sexo nada debe ser impuesto u obligatorio.