oy día ha cambiado mucho el pensamiento sobre la sexualidad masculina. Atrás quedaron viejas ideas como que él siempre estaba preparado para «cumplir», que se excitaba ante cualquier situación y que por sus características biológicas debía llevar la iniciativa, sin tomar en cuenta su carácter o su estado de ánimo.
Pensar así solo conduce a la frustración y a la baja autoestima, ya que no a todos les resulta atractiva cualquier mujer que tengan delante, sino que, además, son sensibles como cualquier persona al temor, el estrés, la tristeza y otras influencias emocionales que pueden llegar a minimizar sus instintos sexuales y anular su deseo.
Afortunadamente, son muchos los hombres que actualmente han abierto sus mentes y son capaces de disfrutar de una sexualidad tan libre como compartida con las mujeres.
De manera que se excitan tanto teniendo un rol activo como dejando que sean ellas las que lleven las riendas del encuentro sensual, sin prejuicios ni normas preestablecidas, lo que ha significado una verdadera liberación y enriquecido el placer mutuo de los amantes.