n el organismo hay células que segregan sustancias que intervienen en diversos procesos fisiológicos: son las hormonas. Como viajan constantemente por la sangre se las llama mensajeras químicas.
Las hormonas sexuales actúan ya en los cinco primeros meses de gestación y determinan el sexo de cada ser humano.
En la infancia permanecen latentes hasta que despiertan durante la pubertad, generando un proceso que lo cambia todo. Las hormonas femeninas más importantes, el estrógeno y la progesterona, junto a la madurez del aparato genital y la menstruación, que permiten concebir, hacen que se redondeen las caderas, crezcan los pechos y aparezca vello en axilas y pubis.
Además envían un mensaje sexual. Si bien las hormonas no son lo único que determina el deseo y el nivel de la libido, ya que el erotismo abarca una esfera más amplia que incluye tanto la mente como el cuerpo y factores personales de interés social y cultural, sin ellas no sería posible la sexualidad.