a palabra semen o esperma significa «semilla», y es el fluido viscoso y blanquecino que expulsa el pene al eyacular. Contiene espermatozoides y plasma seminal y su producción se inicia en la pubertad; adquiere la composición que tendrá en la edad adulta después de los doce o catorce años en la mayoría de los varones. Aumenta en la juventud, aunque varía en cada persona, llega a su máximo nivel y merma a medida que se envejece, aunque se genera toda la vida.
El organismo va eliminando semen almacenado cada tanto: si no a través del coito o la masturbación, en forma de poluciones nocturnas.
El olor seminal es singular y distinto en cada hombre; depende de razones de ín dole emocional, la ingestión de determinados fármacos o la dieta, entre otros. Hay personas para las cuales este olor es excitante, hallándolo dulzón y con reminiscencias frutales, y a otras no les parece grato.
Durante una eyaculación, menos del 10 por ciento del esperma son espermatozoides y más del 90 por ciento es líquido seminal. Para fecundar un óvulo debe contener, por lo menos, 20 millones de espermatozoides por mililitro; en apropiadas condiciones, estos viven fuera del organismo masculino varios días.
El semen contiene fluidos procedentes de la vesícula seminal, ricos en fructosa, aminoácidos y minerales, además de hormonas. También la próstata aporta el ácido cítrico, calcio, sodio, zinc y potasio, entre otras sustancias. El último elemento lo segregan las glándulas de Cowper y Littre y las bulbouretrales, que incorporan al semen una proteína espesa, clara y lubricante conocida como «moco».