Vivir y amar
¿Es apropiado para un viudo o una viuda comenzar a tener citas amorosas de nuevo incluso si sus hijos ya mayores lo desaprueban?
Mi esposa de cuarenta y dos años murióhace seis meses, después de una larga enfermedad. Tuvimos una maravillosa relación, y losúltimos años fueron muy dolorosos viéndola sufrir y sabiendo que iba a perderla. Ahora estoy cerca ya de tos setenta años, todavía trabajando y muy activo. Recientemente conocía una viuda a través de mi sinagoga y hemos empezado a salir juntos. Disfruto mucho con¡a compañía de esta mujer y, francamente, después de casi medio siglo de casado, no me veo a mímismo viviendo solo. El problema son mis hijos, de cuarenta y cuarenta y seis años respectivamente, y ambos casados. Ambos están muy sorprendidos de que pueda sentir algo por alguien que no sea su madre, y rehúsan incluso conocer a esta mujer.¿Debería dejar de verla para no causar ese dolor a la familia?
Québuen padre es usted: pensando en el dolor de sus hijos y poniendo sus sentimientos por delante de los suyos propios. Mi respuesta es la siguiente:¿QUÉPASA CON SU PROPIO DOLOR?Resulta fácil para sus hijos ser tan moralmente idealistas y sentarse a juzgar sus deseos de salir con alguien cuando se levantan cada día al lado de sus esposas o esposos y viven cada jornada sabiendo que no volverán a una casa vacía.¿Y usted? Usted es quien se ha preocupado de su esposa enferma durante años. Usted es quien vive solo. Es usted quien tiene destrozado el corazón y estáahora tratando de restablecerse.
Tiene derecho a vivir el resto de su vida lleno de felicidad. Usted, obviamente, amómucho a su esposa y su matrimonio le ha dejado un corazón lleno de amor, amor que quiere ser compartido, y no conservado en una bolsa con bolas de naftalina. Es un mérito para su esposa el que usted tenga tanto que dar y tenga esos sentimientos tan positivos hacia las relaciones, y, aunque pueda sonar un poco extraño, creo que con cualquier nueva relación usted honrarásu memoria. Ella siempre seráuna parte de usted, asícomo el marido de su amiga serásiempre parte de ella. Amar a alguien nuevo no hace desaparecer el amor que sintiópor su esposa; será, por el contrario, un testimonio de lo cariñosa que fue su esposa y de cuánto le enseñó.
Comparta sus sentimientos con sus hijos, si ellos quieren escucharle, y cuénteles la angustia que ha sufrido estos pasados años. Quizás ellos sólo vieron lo valiente que fue usted con su esposa, y no se dieron cuenta del dolor que experimentaba. Hágales saber lo solo que se encuentra, y explíqueles también que se ha acostumbrado a la compañía de otra persona. Y no le importe en absoluto cuál sea su reacción: sobre todo no abandone esa relación. Quién sabe, quizásu esposa se la enviópara hacerle compañía...
En cuanto a sus hijos, esto es lo que yo tengo que decirles:¡dejad de ser tan egoístas!¿De quiénes son los sentimientos por los que tanto os preocupáis cuando condenáis la elección de vuestro padre: vuestros o suyos? Séque amasteis a vuestra madre, pero querer que vuestro padre siga sufriendo no os la devolverá. Aún os queda un padre. Amadle lo suficiente como para rezar por su felicidad, y agradeced a Dios queél haya encontrado a alguien que le ofrece tranquilidad y compañía.