¿Qué puedo hacer con una pareja que es grosera?
Siempre que mi marido y yo nos peleamos,él no sólo se enfada, sino que se vuelve grosero y despreciable. Ale insulta borribletnente y actúa como un perro de presa. Siempre hacemos las paces, sin embargo; pero después de cuatro años de matrimonio estoy empezando a sentirme agotada. Cuando intento hablar conél sobre esto, se pone a la defensiva y me acusa de ser demasiado sensible.¿Qué debo hacer? vuelve despreciable y grosero siempre que os peleáis. Si esa es laúnica ocasión en que aparece esa conducta, probablemente quiere decir que tratas con un hombre al que, lo creas o no, le asusta mortalmente la cólera. Te apuesto cualquier cosa a que tu marido se sintiócontrolado, dominado o manipulado por uno de sus padres o hermanos cuando era un niño, especialmente durante las peleas. Quizás tuvo un padre que abusódeél. Quizás su hermano mayor le explotaba. De acuerdo con su programa emocional (véase la pregunta 12),él, inconscientemente, decidióque, cuando fuera adulto, siempre que se sintiese atacado, o percibiera cualquier tipo de amenaza, se lanzaría a la ofensiva, como un animal que ladra salvajemente para defender su territorio, esperando asustar al intruso que se interna enél. Tiene gracia que túte refieras aél como un perro de presa,¿no te parece...?
Siempre que critiques a tu marido o expreses cualquier sentimiento de descontento sobre vuestro matrimonio,él te percibe como «la enemiga»y trata de herirte para defenderse. No me extraña que te sientas agotada. Es esencial que comprendas dos cosas:
Su conducta verbal abusiva durante las peleas ha de cesar.Necesitas darle un ultimátum asegurando que no es aceptable ni siquiera paraél insultarte y rebajarte durante las discusiones, y que cuandoél sienta esa cólera, necesita hacer una pausa para separar su genuino enfado contigo de su vieja rabia almacenada, y después reanudar la conversación. Podría incluso querer ir a una habitación contigua y golpear a una almohada hasta que comience a entrar en contacto con el dolor y la herida que subyace a la rabia, asípodría liberarseél de esos viejos sentimientos que están intentando asomar al exterior con el fin de ser superados. (Véase la pregunta 38.) Hazle saber que aunque túle apoyes a la hora de limpiar su vieja rabia,él no puede arrojar esos sentimientos sobre ti.
Él necesita conseguir ayuda profesional para comprender y superar su vieja rafia.Tu marido probablemente se odia a símismo en esas ocasiones en las que te fustiga, pero no sabe cómo hacerlo de otro modo. Insiste en que busque un profesional cualificado que le pueda educar en el tratamiento de su rabia y le facilite hacer algún trabajo emocional para localizar la verdadera fuente de la cólera. También sería bueno para ambos, en el momento adecuado, compartir algunas sesiones para aprender a discutir saludablemente.
Estas no son sugerencias, sino compromisos ineludibles que le has de arrancar para que vuestra relación pueda continuar. El abuso verbal es, de muchas maneras, más insidioso que el abuso físico; porque es más fácil ignorarlo y perdonarlo. Pero no te engañes a ti misma, es igual de mortífero.
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