¿Debes esperar hasta estar seguro al cien por cien de que una persona es la adecuada para ti antes de comprometerte para toda la vida?
Mi pareja y yo llevamos juntos cuatro años y estamos hablando acerca de casarnos. Tenemos una relación muy cariñosa y somos excelentes amigos, pero ambos queremos estar seguros antes de comprometemos. El problema estáen que hay momentos en que ella hace cosas que me molestan, y yo me pregunto si me estoy equivocando. Y ella admite que. Ocasionalmente, también tiene sus dudas. Suspadres se divorciaron,ylosmíoshan tenidounmatrimonio sin amor, por loque nosotros queremos ser muy cuidadosos.¿Debemos esperar hasta estar seguros al cien por cien antes de comprometernos?
Si estuvieras seguro al cien por cien de que tu relación es siempre perfecta, sin momentos en los que estuvieras contrariado o disgustado,¡no dudaría de que ambos, tu pareja y tú, fuerais santos! Es natural tener dudas, especialmente cuando vuestros padres, los de ambos, han tenido relaciones problemáticas y cuando vivimos en una sociedad con una tasa de divorcios tan alta. Y como cualquier pareja felizmente casada podría decirte, incluso después de comprometerte totalmente, habrámomentos en los que estés tan enfadado con tu pareja que llegues a pensar para ti mismo:«Lo sabía, me equivoqué». Afortunadamente, esos momentos pasan y son sustituidos por el amor y la amistad, que son la base de la relación.
Esto es lo que te quiero decir: no creo que en nuestro mundo incierto nosotros estemos seguros al cien por cien, y siempre, sobre cualquier cosa. Ninguno de nosotros sabe lo que esconde el futuro, y si pensamos seriamente en esto puede resultar difícil comprometerse en matrimonio, sobre todo si creemos que eso significa que le estamos prometiendo a alguien cómo sentiremos en el futuro.«¿Quéocurre si dentro de veinte años mi marido y yo tenemos que separarnos porqueél ha dejado de amarme?», piensas para ti.«¿Cómo puedo estar segura de que eso no ocurrirá?»La respuesta es que no puedes. Loúnico que estáen vuestra mano es hacer los dos lo mejor que podáis para aseguraros de que vuestra relación continúa saludable y apasionada cada día.
Oigo perfectamente tu temor a equivocarte, y tu deseo de algún tipo de seguridad final acerca de que, en efecto, estás haciendo lo más adecuado. Es como si quisieras que bajara Dios y te dijera:«Eh, ahíabajo, escucha. Séque te has estado preguntando si deberías casarte con tu novio o no. Déjame asegurarte que es, en efecto, el que yo tenía pensado para ti, asíque confía en mí, no vas a cometer un error.¿Te sientes ya mejor? Bien. Tengo que marcharme: hay un montón de trabajo en el cielo. Adiós».¡Caramba! Ahora que Dios te ha dicho que estás haciendo la elección adecuada ya puedes relajarte.
Desgraciadamente, nosotros no obtenemos esa clase de seguridad suprema sobre nuestras elecciones amorosas. Lee las preguntas 10, 17 y 26 para tener una mayor claridad acerca de la compatibilidad, habla de cada problema sobre el que quieras dialogar, y si te sientes con confianza para afrontar una nueva relación, no permitas que esas pequeñas dudas que te asaltan de tanto en tanto te aparten de avanzar en tu futuro juntos. (Naturalmente, la existencia de más de una pequeña duda puede ser una señal de aviso de tu corazón para indicarte que no estás haciendo la elección correcta, como ya hemos dicho con anterioridad.)¿Y quépasará? Pues que habráuna sorpresa esperándote cuando te comprometas a pasar tu vida junto a ella. El solo acto de comprometerte borrarámágicamente todas las pequeñas preocupaciones que tenías, y descubriréis que estáis más enamorados el uno del otro que nunca.