¿Debe una pareja vivir junta antes de casarse?
Mi novia y yo hemos estado saliendo durante unos pocos años y hemos comenzado a hablar seriamente sobre nuestro futuro. Ella quiere casarse en seguida, pero yo tengo todavía mis dudas y mis miedos acerca de la relación. Le he sugerido que. como siguiente paso, vivamos juntos, pero ella teme que quizás eso eche a perder la relación entre nosotros.¿Quéopinión te merece el que una pareja viva junta antes de casarse?
En lasúltimas décadas, millones de parejas de todas las edades han escogido vivir juntos, ya como preludio de un matrimonio, ya en lugar del matrimonio. (Nota: si tútienes un juicio firme acerca de la convivencia no matrimonial debido a tus creencias morales o religiosas, comprende, por favor, que yo estoy considerando este asunto desde un punto de vista estrictamente psicológico, y, si lo deseas, prescinde de leer esta pregunta.) Creo que es importante comprender bien las consecuencias tanto positivas como negativas de vivir con alguien a quien amas.
LOS ARGUMENTOS PARA VIVIR JUNTOS
Hay una parte de míque siente, después de haber visto a lo largo del tiempo tantas relaciones problemáticas e incompatibles, que todas las parejas deberían vivir juntas. Me pregunto cuántas relaciones insatisfactorias no habrían acabado si los dos miembros de la pareja hubieran intentado estar juntos las veinticuatro horas del día, teniendo que enfrentarse con los problemas que estaban evitando mediante el verse sólo los fines de semana o unas pocas noches a la semana.
He aquíalgunos de los beneficios de vivir juntos:
1. Descubres facetas de la personalidad de tu pareja que no podrías conocer si no vivierais juntos.No hay otro modo de que puedas conocer tan bien a una persona a quien ves intermitentemente como vivir con ella. Es bastante más fácil para cualquiera mostrar una conducta maravillosa durante las tres horas de una cita que mantener esa conducta día tras día cuando vives bajo el mismo techo. Cuando vives con alguien, descubres hábitos, actitudes y conductas que de otro modo nunca conocerías. Le ves en su hábitat natural, su hogar, y asísurgen a la luz facetas de su personalidad queél puede estar ocultándote cuando lo ves fuera de su medio. Lo ves cuando estácansado, enfermo, enfadado, frustrado y hecho un gruñón. Estás expuesta a toda la gama de sus reacciones emocionales.
He oído muchas historias terroríficas sobre gente que se casa y se van a vivir juntos para finalmente acabar descubriendo cosas el uno del otro que les parecen inaceptables. El matrimonio es ya lo suficientemente serio como para encontrarse con esas sorpresas desagradables.
2. Lo descubres todo acerca de si vuestros estilos de vida son o no verdaderamente compatibles.Muchos hombres son grandes amantes en el marco de una aventura romántica, pero luego resultan unos maridos despreciables. Algunas mujeres son excelentes compañeras a tiempo parciales, pero terribles esposas a tiempo total. Puedes disfrutar amando a alguien pero odiar vivir con esa persona. Las cualidades que te animan a enamorarte de alguien y pasártelo bien puede que no sean suficientes para crear una armonía cotidiana asíque se establece la convivencia. Puedes descubrir que el estilo de vida de tu pareja no encaja con el tuyo, algo que jamás hubieras descubierto sin compartir, previamente, el mismo espacio vital durante un largo periodo de tiempo.
3. Descubres lo auténticamente capaz que es tu pareja de vivir en compañía.Vivir juntos implica compartir el poder y el control; exige compromiso y flexibilidad por parte de ambos miembros de la pareja, desde el momento en que estás fusionando hábitos y deseos de dos individualidades distintas. Y bien puede ser que no descubras lo capaz que es tu pareja de vivir en compañía hasta que os comprometáis a vivir juntos. Sólo cuando tengáis que tomar decisiones económicas, sobre alimentación, las responsabilidades domésticas, adquisiciones, etc., descubrirás lo capaz que sea tu pareja de trabajar en equipo.
LOS ARGUMENTOS EN CONTRA DE VIVIR JUNTOS
1. Puedes destruir la relación por esperar demasiado de ella justo cuando aún estáen proceso de desarrollo.Aunque yo personalmente creo que la convivencia puede ser una experiencia valiosa en determinado momento de la relación, también opino que la convivencia prematura es un grave error. Yo he aconsejado a muchas parejas que se van a vivir juntas las razones por las que no deben hacerlo:
• Para ahorrar dinero
• Porque uno de ellos necesita una casa más agradable
• Porque pueden pasar más tiempo juntos
• Porque uno tiene miedo de perder al otro
Vivir juntos antes de que la relación haya alcanzado un significativo nivel de compromiso, madurez y estabilidad emocional puede, de hecho, acelerar la desintegración de la relación. Si tu relación no estápreparada para lidiar con las presiones de la convivencia, puede deshacerse bajo la tensión que añade el buscarla prematuramente.
1. Puedes volverte emocionalmente perezoso.Si irte a vivir con alguien es una de tus metas, y lo haces antes de estar preparado, corres el riesgo de volverte emocionalmente perezoso en la relación. Puedes evitar conflictos para asegurarte la paz, especialmente si no has aprendido a solucionarlos en común. Puedes prestar a tu pareja menos atención y aprecio desde el momento en que la tienes a tu disposición a todas horas, o descuidar la relación de muchas otras maneras.
2. Podéis evitar profundizar vuestro compromiso mutuo.Puede que hayas oído ese dicho que reza:«¿Por quécomprar la vaca, cuando puedes conseguir la leche gratis?». Creo que lo usaron la mayoría de nuestras madres en su intento de convencernos de que los chicos no se casarían con nosotras si nos acostábamos con ellos, pues entonces ya conseguían lo que querían. He oído ese mismo argumento sobre la convivencia prematrimonial: si un hombre vive contigo y disfruta de los beneficios de la vida doméstica, ya no tiene ninguna motivación para pedirte que te cases. He de reconocer que, en determinados casos, no todos, esto puede ser verdad, especialmente si no ha habido un conocimiento mutuo durante bastante tiempo. Algunos hombres rebeldes al compromiso (o mujeres) pueden parapetarse en el vivir juntos para continuar experimentando la intimidad que ansían, pero también para evitar el compromiso final del matrimonio.
Yo no creo que la solución consista en negarse a ir a vivir con alguien si no estás prometido o casado, excepto que eso sea lo que te parece correcto. Si estás considerando el irte a vivir con alguien, pero deseas que esa unión responda a la estructura formal del matrimonio, necesitas discutirlo antes de comenzar la convivencia para evitar los malentendidos. Puedes fijar un periodo de prueba, nueve meses o un año, por ejemplo; momento en el que puedes evaluar tu relación y decidir si te sientes preparado para contraer matrimonio.