¿Cómo puedo conseguir que mi pareja tome la iniciativa sexual, en vez de esperar a que sea siempre yo quien desee hacerlo?
En mi relación con mi esposa, soy yo siempre quien inicia la relación sexual. Si yo no hago un movimiento inicial, sencillamente es que no lo haremos. Le he pedido que sea más agresiva sexualmente. pero nada ha cambiado. Siento como si ella fuera feliz sin tener relaciones sexuales. Estoy cansado de ser yo quien lo inicie siempre.¿Cómo puedo conseguir que sea ella la«iniciadora»?
Túya sabes que«no»puedes conseguir que tu esposa sea quien inicie la relación sexual. La pregunta es¿por quéella no inicia la actividad sexual contigo? Puede parecer idiota, pero¿has intentado preguntarle:«Cariño, por quéno inicias la relación sexual más a menudo?». Quizás ella no quiera hablar sobre ello, pero existe la posibilidad de que ella quiera compartir alguna información que te ayudaráa comprender quéocurre dentro de ella.
En caso de que ella no desee dar voluntariamente esa información, déjame explicarte por quélas mujeres pueden parecer desinteresadas en iniciar el sexo o no iniciarlo en absoluto:
Se le enseñóque las«buenas chicas no deben mostrar que disfrutan del sexo».
En nuestra sociedad sexualmente reprimida, las mujeres son educadas frecuentemente en la creencia de que las chicas a las que les gusta el sexo son demasiado casquivanas y sueltas, y en modo alguno el tipo de las que prefieren los hombres para casarse. Nosotras a menudo, consciente o inconscientemente, aprendemos a suprimir nuestra sensualidad y sexualidad, temiendo lo que nos podría pasar si la manifestamos. Tu esposa puede haber recibido mensajes imperativos a ese respecto por parte de sus padres o de su iglesia y, por lo tanto, le resulta difícil iniciar el contacto sexual, pues ello la hace parecer como si le gustara el sexo y fuera, en consecuencia, una chica mala o sucia.
Túno mencionaste si tu mujer disfruta o no del sexo cuando túlo inicias. Si lo hace, yo diría que la razón expuesta es probablemente la causa de su falta de agresividad sexual. Háblate de los mensajes sexuales que recibiócuando era una niña. Explícale lo presionado que te sientes siempre siendo el que se convierte en agresor; después de todo, es un riesgo emocional acercarte a alguien a quien amas y hacerle saber que quieres tener relacionesíntimas, pues te expones al posible rechazo. Dile a ella lo amado y querido que te sientes cuando ella te manifiesta que te desea, y asegúrale que eso te hace respetarla aún mucho más.
A ella le gusta el sexo, pero puede que no la excites túo que no disfrute con tu modo de hacerle el amor.
No podría decirte la cantidad de veces que un marido se me ha quejado de que a su esposa no le gusta el sexo, pero cuando yo hablo con ella en privado, ella confiesa que¡no es que no le guste el sexo, sino el sexo conél! A ella no le gusta el modo comoél le hace el amor. Séque considerar esto puede ser muy doloroso, pero si túeres un hombre cuya mujer estáevitando el sexo, o no quiere iniciarlo, encuentra el coraje para preguntarle:«¿Disfrutarías más del sexo si lo hiciera de manera diferente?». Si su respuesta es«¡Sí!», deja tu ego a un lado y disponte a oír sus gustos y sus rechazos sexuales, las necesidades que puede que túno estés satisfaciendo, y su fantasía sobre cómo le gustaría a ella que le hicieras el amor. Esto puede ser difícil de discutir sin ayuda profesional, luego encuentra un terapeuta sexual cualificado o un consejero si necesitas ayuda para hablar más sincera y abiertamente acerca del sexo.
Puede que a ella no le guste el sexo debido a algún trauma emocional.
Si tútratas estas cuestiones con tu esposa y ella sostiene que no le importa mucho el sexo, no lo aceptes como una respuesta valedera. La sexualidad es más compleja de lo que parece. Yo no creo que exista persona alguna a la que, sencillamente,«no le guste el sexo». El desinterés por el sexo usualmente encubre una aversión al sexo. Esto puede provenir del miedo a la intimidad, del miedo a ser controlado, de una rabia reprimida, etc., pero si el desinterés sexual ha sido un problema de toda la vida, puede seguirse su rastro hasta un serio trauma emocional como el abuso sexual, la violación, el incesto u otras formas violentas de abuso. Tu esposa puede que ni siquiera sea consciente del vínculo entre sus heridas emocionales y su aversión al sexo. En efecto, puede que ella ni recuerde los acontecimientos que pueden haberla programado emocionalmente para evitar el contacto sexual. Si túsospechas que ella es una víctima de este tipo de trauma, haz todo lo que estéen tu poder para conseguir alguna ayuda profesional, no sólo por el bien de tu matrimonio, sino por el bien de su propia paz mental.