¿Cómo puedo dejar de hacer de madre a mi esposo?
Mi marido y yo llevamos casados diez años y tenemos tres niños pequeños, pero yo me siento como si tuviera cuatro, incluyéndole aél. Me descubro a mímisma tratándole como a un niño porque actúa como tal. Siempre estádesordenando cosas, olvidando citas y dejando sus cosas por toda la casa. Odio sentir de este modo, y séque eso lo apaga, pues nuestra vida sexual es prácticamente inexistente.¿Cómo puedo dejar de actuar como si fuera su madre?
Chica, estoy encantada de que me hagas esta pregunta. Hacer de madre de nuestros hombres es uno de los mayores errores que cometemos las mujeres en nuestras relaciones de pareja. Cuanto más los tratemos como a chiquillos, más actuarán ellos como tales. Al final acaban resintiéndose de ese trato y, posteriormente, rebelándose contra nosotros, como lo hicieron contra su propia madre. Y lo que es peor, tratar maternalmente a tu pareja es el camino más rápido y seguro para matar la pasión en tu vida amorosa. Después de todo, ningún hombre quiere dormir con su madre, luego si estás actuando como ella va a ser más que difícil excitarle, excepto que tenga algún fetichismo con las reprensiones y las regañinas.
Ahora bien, en tanto que mujer sélo fácil y natural que resulta tratar maternalmente a alguien a quien amas. Estamos entrenadas para hacerlo desde queéramos unas niñas. Después de todo, tu primera y más dominante experiencia de amor se asocia probablemente con tu madre, quien te llevódentro de ella durante nueve meses, te alimentó, te bañó, te hizo eructar y te echótalco en el trasero. Asíque te diste cuenta de que tútambién eras una mujer, sólo se necesitóun salto, un brinco mental para empezar a tratar a la gente a la que amabas con una actitud maternal. Sólo hay un problema: a los hombres les trastorna que les recuerdes a túsabes quién, y eso les induce a dejar el hogar una y otra vez.
Hay seis«No, mamá, no»que nosotras hacemos en tanto que mujeres:
1. Ayudamos excesivamente a la hora de hacer cosas que los hombres deberían hacer por ellos mismos. (Escoger su ropa, recoger las cosas que ellos desordenan, encontrar sus llaves.)
2. Jugamos a las adivinanzas con los hombres para intentar sacar información de ellos. («Estás hambriento...¿quétal unos cereales?¿No?¿Quétal unos hojaldres?¿Hojaldres no? Vale,¿quétal si te hago una sopa riquísima?»)
3. Asumimos que los hombres deben ser distraídos u olvidadizos y que hemos de recordarles informaciones que ellos deberían recordar por símismos. («No olvides sacar la basura esta noche...» «No olvides traer la leche...»)
4. Regañamos a los hombres como si fueran niños. («Cuántas veces he de decirte que apagues las luces de la cocina.»)
5. Nos encargamos de actividades que damos por descontado que ellos no pueden hacer correctamente. (Planear viajes, llevar a los chicos de compras.)
6. Los corregimos y los dirigimos cuando no nos han pedido ayuda. (Corrigiendo su memoria, ofreciéndoles el modo correcto de cocinar algo.)
Séquéestás pensando...«Peroél siempre se olvida de dónde ha dejado las llaves...» «Pero si yo no lo hago, nadie lo va a hacer...»Créeme, séde lo que hablo. Todo lo que puedo decirte es que tienes bastante más que perder conduciéndote maternalmente que esperando a queél encuentre las llaves por símismo. Luego aquívan mis reglas para que las sigas, si es que quieres transformarte de madre en amante:
Regla 1: Deja de hacer cosas por tu compañero queél puede hacer por símismo.
Regla 2: Trátalo como a una persona competente y en la que se pueda confiar.
Regla 3: No le hables al estilo maternal.
Regla 4: Establece cuáles son sus responsabilidades en la relación, y no te hagas cargo de ellas aunque cometa alguna equivocación.
Regla 5: Haz una lista:«Los modos en que juego a ser maternal. Léela cada día y dale aél una copia, asípodrátomarla contigo cuando descarriles...
Estate al tanto, y recuerda: cuando te deshagas del hábito de tratar maternalmente a los demás, te sentirás y actuarás más como una mujer, yél se sentiráy actuarámás como un hombre.