38. Los Follamigos
Ultimamente he oido a menudo hablar a algunas amigas de una actividad bastante interesante para el macho en celo, que es como estamos todos, que es la siguiente: (os lo resumo en esta conversacion entre una tia de estas y yo)
— El otro dia llame a un amigo que vino a casa, estuvimos follando y luego se fue —Era tu novio? — No, que va, era un follamigo, de esos que llamas cuando estas caliente y te saca del problemilla. —y luego no te da la brasa ni nada, ni quiere salir contigo? — no, que va, le llamo siempre yo, y no mezclamos sentimientos ni nada, solo viene a follar y luego se va
Que bonito es el sexo por sexo, me recuerda al rollo que llevan los gayers.
No se si alguna de vosotras, queridas lectoras, habeis hecho uso de esta practica tan estimulante, si teneis en cartera algun que otro follamigo o no, lo desconozco. La realidad es que muchas chicas con las cosas claras lo estan haciendo, se estan aprovechando de las pollas solitarias que hay por el mundo, haciendo felices a millones de pajeros que no catan carne femenina ni en sueños, y haciendo felices a muchas que no van a necesitar nunca mas un dildo o vibrador. Yo me he tomado la libertad de llamarlos FOLLAMIGOS: aquellos que te sacan de un apuro y no te dan el coñazo, ni se enamoran, ni piden explicaciones despues. Los tiempos cambian que es una barbaridad, esto mismo hace 40 años en este pais hubiese sido un escandalo, a todas las que hiciesen esto de usar follamigos las tildarian de puta parriba, pero hoy en dia, que a todo el mundo se la suda todo, es bueno aprovecharse de estas situaciones para ser un poquito mas feliz. No, no os podeis imaginar como era este pais bajo el yugo del Franquismo y el inmenso poder de la Iglesia. No hace tantos años, mi madre me contaba que estaba prohibido ir agarrados de la mano por el parque, que venia un policia y te podia denunciar. Ni te cuento si alguien se daba un morreo en publico, o alguien miraba de mas a una mujer. En la mitica pelicula “El Verdugo” del genial Berlanga aparecen un par de señores discutiendo y casi llegando a las manos porque el marido cabreado le abronca a un transeunte por haber mirado a su esposa. Asi era España en los años 60, algo tremendo. El peso del “que diran” era algo que no dejaba vivir a mucha gente. Si alguien veia que otro hacia algo que no estaba sujeto a las normas establecidas, era apartado y “lapidado” por la sociedad. Los follamigos en esa epoca no existian, porque para tener sexo con una mujer habia que ennoviarse y pensar en matrimonio, si no lo hacias asi a la pobrecilla se le ponia el mote de puta y todo el mundo le hacia la vida imposible. Hombre, no tanto como en algunos paises arabes, que lapidan a las adulteras, pero casi. España en esa epoca era una puta locura, hijos. Menos mal que murio el caudillo, y que la transicion nos trajo paz y el destape.
Pero historias de España aparte, lo curioso que tienen los follamigos es que suelen ser tipos, digamoslo claramente, pillados por las tias que los llaman. Muchos ahí andan, medio enamorados de ellas, y estan en sus manos, y saben que no podrian estar de otra manera. Ellas deciden y mandan, y ellos acatan. Es una situacion de poder claramente beneficiosa para ellas, en las que las dos partes salen beneficiadas.