Cómo hacer el amor en solitario
Todos pasamos por épocas en que nos odiamos, no nos gusta nuestro cuerpo y no tenemos las ideas muy claras respecto al sexo y al placer. Por eso recomiendo a las personas que mantengan una relación apasionada consigo mismas. Lo primero que hay que hacer para curar cualquier problema sexual es aprender a excitarse, descubrir fantasías sexuales y tener mucho amor en solitario y muchos orgasmos.
Sigamos los pasos de un ritual de amor en solitario, que incluye: un baño muy sensual, la aceptación del cuerpo, un masaje, una exploración genital y un baile delante del espejo para practicar los movimientos del sexo. Termina con un orgasmo en un escenario erótico que usted elija. Se pueden hacer variaciones al gusto de cada uno. Que usted lo pase bien.
Empiece desde ahora. Mírese al espejo y diga en voz alta: «Te quiero». Sonría. Diga «Te quiero» y luego diga su nombre. Le parecerá raro e incluso se sentirá ridículo y avergonzado, ¡pero hágalo! Si se desmoraliza, párese a pensar en las cosas buenas de la vida. Conviene darse un abrazo de vez en cuando. Diga: «Te quiero tal y como eres». Haciendo este ejercicio tan sencillo durante dos semanas, empezarán a ocurrir pequeños milagros. Le acabará gustando.
Para empezar una sesión de amor en solitario lo mejor es darse un baño caliente. Hay veces que el único sitio donde se puede tener un poco de intimidad es en el cuarto de baño. Se puede convertir en un escondite romántico solo con poner unas velas.
Hay que tener a mano un buen jabón, un gel de baño y aceite de coco, para que el baño de espuma sea perfecto. También es buena idea cantar, o poner la radio. Métase en el agua caliente y respire profundamente. Relájese.
Acaricie su cuerpo con suavidad. Piense en alguna experiencia sexual que le haya gustado, o en una escena de una película. Cuente alguna historia de sexo, y no se olvide de decir todas las cosas que le gustan. Deje volar su imaginación —nadie le oye. La fantasía no tiene límites. Mientras piensa todo esto, ponga la mano sobre sus genitales; muévala hacia arriba y abajo; sentirá la sensualidad del agua y el aceite de coco en su clítoris o su pene. Respire. Vaya más rápido o más lento. Juegue un poco.
Después del baño hay que volverse a colocar delante de un espejo a la luz de una vela (mejor que no haya luz eléctrica muy fuerte). Observe su imagen con compasión. Olvide los defectos —ya se los sabe de memoria. Busque las partes buenas. Si estuviera viendo a su amante, le diría cosas bonitas sobre su cuerpo. Sea igual de generoso consigo mismo. No se compare con nadie. Cada persona es única. Si es grande, aprenda a querer su grandeza. Si es pequeño, también. Sea una ninfa o un fauno. El cuerpo es una obra de arte.
Una buena forma de continuar la sesión es dándose un masaje delante del espejo. Es toda una aventura descubrir nuestro cuerpo. Con un poco de aceite es más agradable. Vaya tocándose con firmeza y luego con suavidad, mientras descubre las zonas que más necesitan sus cuidados. Abra la boca todo lo que pueda, saque la lengua, y abra mucho los ojos. Luego contraiga los músculos de la cara. Es una manera de combatir la tensión de la cara y la mandíbula.
Mueva la cabeza y respire fuerte. Presione sobre los músculos del cuello. Ponga los dedos sobre la nuca y luego dese un masaje por toda la cabeza. Otra forma de relajarse es tirando suavemente del pelo. Mueva los hombros hacia delante y hacia atrás en sentido circular, y luego haga presión con los dedos en todos los músculos que pueda.
Mientras se da un masaje en el pecho, pellízquese los pezones con cuidado. Cuando se pongan firmes, tóquelos con suavidad, son focos de placer. Debe querer a sus pezones. Hágase cosquillas palpándose muy levemente la caja torácica por los lados. Relaje los músculos del estómago y dese un masaje en sentido circular. Quiera a su tripa. Puede darle unas palmaditas y luego sujetarla con las dos manos. Ahora contraiga los músculos, y meta tripa. Repita el ejercicio varias veces.
Deje los genitales para el final. Vaya bajando por los muslos agarrando la carne como si fuera masa de pan. Póngase un poco de aceite entre los dedos de los pies. Presione con los nudillos en la planta del pie. No hay nada como un buen par de manos para curar cualquier mal.
1. Para las mujeres
Para este paso es necesario un espejo pequeño que se pueda mantener de pie solo, porque hay que tener las manos libres. Cualquier espejo que se pueda apoyar contra la pared servirá. Después hay que ponerse cómodo en un sitio donde haya buena luz, quizá bajo una lámpara o cerca de una ventana. También puede usarse un espejo que tenga aumento.
Debe poner el mismo interés que cuando se mira la cara detalladamente. Aparte los labios mayores y el vello púbico. Mire con atención. Colóquese los labios menores de forma decorativa alrededor de su apertura vaginal. Los genitales femeninos son variadísimos, de modo que puede que sus labios sean insignificantes, pequeños, grandes o medianos, lisos o rugosos, simétricos o uno completamente diferente del otro. Todas estas variedades son normales y todas son preciosas. ¿Cómo es la suya? ¿Sus labios interiores están unidos a la base del clítoris o hacen un arco por encima de él?
Observe detenidamente la piel que cubre el clítoris. Échela hacia atrás para que se pueda ver la punta del clítoris. ¿Es de un color diferente? ¿Parece una perla pequeña como una semilla o más bien una joyita de color rosa? El tamaño y la forma no tienen nada que ver con el funcionamiento sexual del clítoris. ¡Tiene que querer a su clítoris! Tóqueselo con el dedo mojado en aceite de coco y descubra las diferentes sensaciones al acariciarse la punta. Si no se lo puede ver, ponga los dedos a los lados y muévalos de arriba abajo. A lo mejor con este movimiento sobresale un poco más. Mire con atención para ver si cambia de color y de tamaño.
Lo siguiente que hay que hacer es meterse el dedo en la vagina lentamente. Tóquese las paredes vaginales. Intente tocar la punta del útero. Siga con el dedo dentro y respire con fuerza. Relaje los músculos de la mano, del brazo, de la vagina y del ano. Respire otra vez. Ahora relájese mientras está dentro de sí misma. Disfrute de su vagina. No se empeñe en buscar el punto G, dedíquese a explorar y a sentir las diferentes sensaciones. Si mueve los dedos verá que aumentarán sus jugos vaginales y podrá oír los ruidos que hacen estos.
Ahora saque el dedo lentamente y mire su flujo con una mentalidad abierta. ¿Es transparente o es opaco? No importa cómo sea. ¿Tiene un sabor salado, neutro o metálico? ¿Tiene un ligero aroma a almizcle o a levadura? Debe conocer el aspecto, el sabor y el olor de su vagina y como cambia esta de un día para otro.
A veces puede oler parecido al aliento por las mañanas —un poco rancio y amargo. Es el proceso natural de las células cuando mueren. Nuestros cuerpos no huelen a rosas por naturaleza. Hay diferentes fragancias de lubricante y esperma. Hay quien prefiere un olor fuerte y natural, a otros les gusta más un cuerpo perfumado. Cada uno es responsable de sus rituales de limpieza y de sus preferencias. No olvide que las legañas, la cera de los oídos, los mocos, las pelotillas del ombligo, el flujo y el esperma son elementos naturales del cuerpo.
2.Para los hombres
Aunque para usted es fácil verse los genitales cuando se los sujeta con la mano y mira hacia abajo, es muy informativo que tenga una perspectiva frontal. Lo puede conseguir con un espejo que aumente la imagen. Así podrá ver lo que mi padre llamaba las joyas de la familia, desde otro ángulo.
Hay una gran variedad de genitales masculinos. Su pene puede ser pequeño, grande o mediano. Uno que parezca insignificante y fláccido puede triplicar su tamaño cuando está en erección (un paquete sorpresa). Los más grandes no suelen crecer mucho más, solo se ponen duros. Casi todos los penes en erección miden entre diez y veinte centímetros, pero, por supuesto, hay excepciones. La preocupación más frecuente entre los hombres es pensar que su pene no es lo suficientemente grande, y esto puede tener consecuencias negativas. Si usted tiene alguna duda a causa del tamaño de sus genitales, olvídese ahora mismo. Recuerde que muchos presidentes, reyes y multimillonarios son muy bajitos. El viejo dicho es cierto: «Lo que importa no es lo que se tiene, sino lo que se hace con ello».
La mayoría de las americanas están obsesionadas con el tamaño. Antes, yo también lo estaba. La primera vez que me compré un pene de plástico en un sex-shop, media casi treinta centímetros, pero nunca use más de la mitad. Las boutiques del sexo para mujeres ya no venden esos tamaños, porque a las mujeres cada vez les gustan más pequeños. El que más se vende tiene entre diez y quince centímetros, que es el tamaño medio de una polla. Aunque sí creo que el tamaño puede influir, y me parece que existe lo que se podría llamar adaptación perfecta entre un coño y una polla, esto no es lo más importante. Además no hay que olvidar que para chupar, que es una forma fantástica de estimulación para ambos sexos, cuanto más pequeño mejor.
Ahora observe el glande de su pene. Si se ha hecho la circuncisión, estará totalmente expuesto; si no tendrá que echar hacia atrás la piel que lo cubre. ¿Qué forma tiene la punta? El tamaño y la forma no tienen nada que ver con el placer, de forma que tiene que querer a su polla sea del estilo que sea. Tóquese la punta con los dedos mojados en aceite de coco y descubra nuevas sensaciones. Busque su punto más sensible. ¿De qué color son sus genitales? ¿Y el glande, es rojo oscuro o de color claro?
¿Cómo son sus testículos? Tóquese el escroto y notará la forma de las dos bolas que hay dentro. Los testículos son las glándulas equivalentes a los ovarios. Las glándulas masculinas fabrican el esperma para fertilizar los óvulos producidos por los ovarios. Las temperaturas extremas afectan al esperma. El escroto actúa de regulador: si hace frío, acerca los testículos al cuerpo para que se mantengan calientes, y cuando hace calor, los deja sueltos para que se aireen. Me han contado que acariciarse las bolas mientras uno se masturba, es muy agradable.
La penetración anal unida a la masturbación también puede producir buenos orgasmos. A un amigo mío le gusta masturbarse mientras se mete algo por el culo. Opina que la penetración anal equilibra sus energías al ponerle en contacto con el principio femenino de abrirse y recibir. Muchos hombres me han contado que es una sensación maravillosa cuando su pareja les mete un dedo en el ano mientras practica el sexo oral o le masturba con la mano. También lo puede hacer uno solo mientras se masturba. Si no lo ha probado nunca, a lo mejor le abre nuevos caminos de placer.
Este ejercicio es para practicar los movimientos del sexo. Cuando esté a solas, déjese llevar. Intente hacer los movimientos más extravagantes que se le ocurran. Mueva las caderas de un lado a otro, como una bailarina. Puede incluso ponerse un cinturón para dar más ambiente. También puede imaginarse que es una sacerdotisa haciendo los bailes del Templo del Amor Erótico. Conviértase en un maestro de las artes marciales. Póngase a cuatro patas, como un caballo, mientras usa el vibrador. Al masturbarse delante de un espejo obtendrá una imagen sexual de sí mismo/a. A lo mejor le gustaría jugar a ser una estrella porno masturbándose ante un gran público. Otra posibilidad es ser un maestro o maestra en torturas exquisitas de placer, y vestirse de cuero para hacerlo más real. Tiene que aprender a ser su propio objeto sexual, a medida que surge su personalidad erótica. Se trata de pasarlo bien y jugar, de ponerse marchoso con su propia imagen sexual.
Si ha decidido terminar la sesión de amor en solitario en su habitación, procure que tenga el ambiente más erótico que pueda imaginar. ¿Cómo decoraría o prepararía el cuarto para un amante muy especial? Tiene que pensar en sí mismo de la misma forma. La luz, el color, telas sensuales, almohadones mullidos y música son elementos clave para crear ese ambiente erótico. Se pueden añadir fotos o cuadros de arte erótico. Pruebe con diferentes tipos de velas, dentro de vasos de cristal de colores, o simplemente en candelabros. Las velas arden bien si se les quita la cera derretida cada dos horas. Con velas grandes se pueden modelar los bordes para que parezcan pétalos. (Para limpiar la cera si cae sobre las alfombras u otra tela, ponga una toalla de papel sobre la cera y luego la plancha caliente. La toalla absorberá la cera derretida.) Otra forma de iluminar la habitación de una forma romántica es con una chimenea, o una lámpara pequeña con una bombilla de poco voltaje y de color. Incluso se puede usar la luz cambiante de la televisión, si se baja el sonido.
Un ambiente erótico excita todos los sentidos. Ponga incienso en la habitación o un poco de perfume en su almohada. Puede poner un frutero lleno de fruta sensual al lado de su cama —mangos, kiwis o rodajas de papaya— junto con una copa de champán, o zumo de frutas en un vaso elegante. Si le gusta más la hierba, tenga preparado un porro en la mesilla de noche. Asegúrese de que el teléfono está descolgado o con el contestador puesto, pero con el volumen bajado. La música suave siempre es relajante y el rock es excitante, o quizá prefiera el sonido de las olas o de la lluvia. Con o sin música, no se olvide de escuchar su respiración. Tenga siempre a mano sus juguetes eróticos. A lo mejor quiere tener una fantasía mientras ve fotos porno o mientras lee un libro erótico. O quizá prefiera ver un video porno que ha alquilado.
Ahora que el escenario está preparado, acomódese y respire hondo. Diga «Te quiero» con voz sensual. En este ambiente, lo que pega es la cámara lenta, de modo que tómese su tiempo y sea un amante delicado. Recorra su cuerpo con las manos. Tóquese los pezones. Hágase un masaje en los genitales. Vaya subiendo lentamente. No piense en el orgasmo —piense en lo bien que lo está pasando mientras juega con su cuerpo y sus fantasías. Cuando note que está a punto de correrse, evítelo respirando con más intensidad y apretando los músculos del culo. Disfrute. Intente que dure por lo menos media hora.
Cuando por fin se deje llevar por el orgasmo, deje que se oiga su placer. Nada le impide que suspire, que se ría, que gima o que haga cualquier tipo de ruido. A lo mejor quiere seguir experimentando con el placer, solo para divertirse, y sigue estimulándose. Hágalo hasta que tenga otro orgasmo. El placer acaba con todas las inhibiciones sexuales.
No debemos olvidar que los infinitos caminos del placer siempre serán diferentes para cada persona, época y lugar.
Una de las mujeres de mis Terapias tenía su propia versión de las sesiones de amor en solitario. Las hacia durante el día, cuando su marido estaba trabajando y los niños en el colegio. Se tumbaba en el sofá del salón completamente vestida y usaba el vibrador durante diez minutos. Luego paraba y empezaba a hacer el trabajo de la casa. Después de un rato, volvía al sofá para otra sesión de diez minutos. Después de un par de horas de masturbación interruptus, tenía un orgasmo muy intenso que la dejaba en plena forma.
Una amiga mía muy aventurera tenía una versión muy distinta. Se ponía un collar como los que llevaban los esclavos y muñequeras de cuero. Luego se aplicaba un poco de bálsamo de tigre en el clítoris y se azotaba con un trozo de cuero para calentarse el culo. Cuando le empezaba a entrar la marcha, se colocaba unas pinzas en los pezones y usaba el vibrador, mientras se imaginaba que una bella y cruel señorita la torturaba de placer.
Otra amiga, algo más conservadora, prefería la masturbación romántica. Le encantaba leer unas novelas románticas malísimas. Su fantasía favorita era imaginarse que era una adolescente que salía con un chico por primera vez. Cada vez se imaginaba a este de una forma distinta, pero siempre era atractivo, sensible y sin ninguna experiencia. Se besaban durante horas, hasta que ella no podía aguantar más y le convencía de que hicieran algo más. Siempre ocurría en un coche a la luz de la luna y con una canción de amor en la radio.
A lo largo de mi vida he probado muchas maneras de hacer el amor en solitario. Pero eso no quiere decir que todas mis sesiones sean muy elaboradas, o exóticas, o llenas de fantasía sexual. Ha habido noches que me he instalado en la cama con en vibrador y la tele porque solo me apetecía tener un orgasmo normal antes de meterme en la cama. Mi labor con los grupos de las Terapias ha hecho que siguiera interesada en probar cosas nuevas, si no a lo mejor seguía masturbándome con mi fantasía de «la noche de bodas».
A veces empiezo una sesión de amor a solas con una fantasía, y al rato me doy cuenta de que no funciona. Entonces hago un repaso mental de mi repertorio hasta que encuentro una caliente. Si la fantasía se termina antes de tener un orgasmo, rebobino y vuelvo a empezar. Pero hay veces que no consigo concentrarme en una escena erótica. Entonces ha llegado el momento de centrarme solo en mi cuerpo. Sin hacer ningún juicio, pongo atención a todo lo que me pasa por la cabeza a la vez que me centro en las sensaciones de mi clítoris. Es como repetir un mantra mientras se medita, uno se pierde a ratos y luego recuerda por dónde iba. Cuando me sucede esto, al final mi mente deja de darle vueltas a las cosas, y puedo tener un orgasmo en paz.
Un juguete erótico da variedad al amor en solitario y fomenta la experimentación con cosas nuevas. La mejor forma de comprar uno es verlo y manejarlo, pero eso no es siempre tan fácil. Se puede buscar en un catálogo. Pero hay que tener cuidado; muchos anuncios de las revistas de sexo venden cosas de mala calidad o que no son exactamente lo que parecen en el catálogo, porque saben que la gente no va a reclamar. Tengo dos amigas que son dueñas de dos sex-shops; usted puede mandar un dólar y recibir el catálogo, si quiere comprar algo con toda confianza. Una se llama Eve’s Garden (El Jardín de Eva, 119 West Fifty-Seventh Street, New York. NY 10019) y la otra Good Vibrations (Buenas Vibraciones, 3492 Twenty-Second Street, San Francisco, CA 94110).
Hay vibradores de diferentes tamaños, colores y estilos. Los que funcionan con pilas tienen la ventaja de ser más manejables y las vibraciones son más suaves. Pero las pilas duran poco y se pueden gastar en el momento más inoportuno. En el catálogo de Good Vibrations hay dos modelos japoneses muy pequeños y con mucha fuerza. Aunque necesitan pilas, son mucho mejores que el modelo Hong Kong. A mí el que más me gusta es el Hitachi Magic Wand. Está bien hecho, tiene la cabeza bien acolchada y no se calienta demasiado aunque se use durante horas. Es curioso que en las instrucciones no diga nada acerca de la posibilidad de utilizarlo para el sexo, aunque yo creo que todo el mundo lo compra para eso. No hay ningún peligro de electrocutarse con él, aunque tenga el coño muy húmedo. (Los orgasmos eléctricos son totalmente seguros siempre que se mantenga el vibrador alejado del agua.) La marca Panasonic ha sacado un aparato fantástico para dar masajes. Exceptuando a algunas verdaderas atletas del sexo, la mayoría de las mujeres consideran que las vibraciones de este modelo son demasiado fuertes para masturbarse.
Para tener una buena vibración vaginal o anal hay dos tipos de fundas que se pueden colocar en el extremo del Magic Wand. Una tiene la punta recta y mide unos diez centímetros. La otra es ligeramente curvada y se llama El detector de puntos-G. A muchos hombres les gusta este detector para masturbarse.
Los tapones para el culo también son muy variados. Se los pueden poner tanto los hombres como las mujeres durante la masturbación para darle más emoción. Los juguetes utilizados en el erotismo anal deben ser totalmente lisos y tener la base más ancha que el resto, para que no se puedan meter dentro del todo.
Para muchas mujeres lo mejor del mundo es la combinación de penetración y vibración. Existen unos juguetes de silicona para la penetración que son de lo más erótico porque son suaves y flexibles. También los hay de goma o de plástico, pero su aspecto no es tan atractivo. Al contrario de lo que piensan muchos hombres, la mayoría de las mujeres prefieren un tamaño medio o pequeño.
No olvide jamás lo siguiente: Nunca se introduzca nada en la vagina después de habérselo introducido en el ano. Puede producir una infección. No ocurre nada si el proceso es al revés, de la vagina al ano. Si está usando el mismo juguete con otra persona, deben usar condones diferentes o lavarlo con jabón antes de pasárselo de uno a otro.
También se pueden utilizar juguetes orgánicos como pepinos o calabacines. (Tengo una amiga a la que le encantan las zanahorias.) A un pepino, incluso, se le pueden dar diversas formas. Pero siempre conviene dejar suficiente piel en la parte de abajo para sujetarlo y evitar que desaparezca en mitad de la noche. Los pepinos son húmedos y resbaladizos por naturaleza, y se han usado para fabricar productos de belleza desde hace mucho tiempo.
Un día estaba en el supermercado eligiendo unos pepinos con tanto cuidado y atención, que una señora que estaba a mi lado me preguntó cómo sabía yo cuáles eran los mejores. No pude resistirlo y contesté: «Es pura intuición, estoy escogiendo un amante para esta noche». Se echó a reír, y yo le guiñé el ojo al alejarme.
Los lubricantes pueden ser una buena ayuda para la masturbación. Los mejores son los que contienen mucha agua, porque hay menos probabilidades de que produzcan irritaciones. Probe es muy bueno, inodoro, no sabe a nada, es muy resbaladizo y se parece mucho al flujo natural de las mujeres. Algunas mujeres prefieren aceite de coco, de oliva o de almendra. (Estos son aceites en su estado natural, que no han sido sometidos a ningún proceso previo.) Otras no pueden usarlos porque las irrita. Los productos elaborados con petróleo, como la vaselina y otras cremas, no deben utilizarse, porque se quedan adheridos a la mucosa de las membranas. Además, deshacen los condones y los diafragmas. Con el tiempo, cada uno encuentra lo que más le gusta y más le conviene.
Hay toda clase de novedades sexuales que están muy bien para una noche. Un ejemplo son las Bolas ben wa. Se ha exagerado mucho el potencial erótico de este juguetito. Se trata de dos bolas de plástico o de metal que se ponen dentro de la vagina —la teoría es que el contacto y el movimiento dan unos resultados fantásticos. Las mejores son unas que se llaman Bolas Duotone. Son dos bolas de plástico que a su vez tienen unas bolas dentro unidas por un hilo. Al mover las caderas hacen un ruido parecido al de un sonajero. Es divertido tirar lentamente del hilo para que salgan bolas muy despacio, a la vez que se usa el vibrador. Pero eso de que se tiene un orgasmo después de otro, no es cierto. Son divertidas para un rato.
Nunca me decepciono con un juguete sexual porque no dura mucho. Mientras lo pase bien un rato, me conformo. Puedo pasar meses sin usar nada más que el vibrador. Lo que más marcha me da son mis fantasías. Estoy deseando comprarme un video para probar mi Magic Wand con una cinta porno. Una de mis últimas fantasías es invitar a unas amigas a casa a vibrar conmigo mientras vemos un video porno de una panda de chicas que violan a un camionero. Lo mejor para disfrutar del sexo —aunque no solemos darle importancia— es estar en forma. Hay muchas maneras de mantenerse saludable. Andar es una. Practicar un deporte regularmente también es bueno, además de divertido. Bailar es un buen ejercicio y también es divertido. No hace falta ir a una discoteca, se puede bailar en casa y se disfruta igual.
Tengo la manía de querer ser la mejor en todo lo que hago. Pero intento no ir más allá de mis posibilidades. Estuve yendo a un gimnasio durante dos años y siempre me lesionaba. Desde entonces decidí encontrar una forma más tranquila de mover mi cuerpo de cincuenta y siete años. He pensado en nadar en una piscina cubierta. No se puede luchar contra la vejez pero puedo intentar retrasarla con una buena alimentación, ejercicio y orgasmos. Y lo más importante es que quiero aceptar la madurez sin traumas, y seguir teniendo una actitud positiva hacia la vida.
El yoga es una forma no competitiva de hacer ejercicio. Las posturas son fantásticas para la columna las articulaciones y para coordinar la respiración con los movimientos —todo importantísimo para la salud sexual. Lo primero que hay que hacer en yoga es tumbarse en el suelo y hacer un repaso mental de las partes del cuerpo, diciéndole a cada una de ellas que se relaje. La siguiente postura es la típica de la meditación, con la espalda totalmente recta. Para conseguirlo hay que imaginarse una línea que va desde el centro de la cabeza hasta en final de la columna. Luego hay que colocar los hombros, subir el tórax y sacar pecho. Para hacerlo bien es bueno ponerse delante de un espejo. Esta se conoce como la postura del Loto.
En el yoga hay que moverse muy despacio y respirar profundamente. Hay que llenar los pulmones muy despacio y luego soltar el aire. La ventaja del yoga es que solo se necesita un poco de espacio en el suelo y el cuerpo.
En los últimos años, los americanos se han empezado a preocupar mucho por la salud, cosa que a mí me parece muy positiva. Es fantástico que todo el mundo haga ejercicio. Algún día todos reconocerán que el sexo es el mejor ejercicio de aeróbic. Cuando se tiene un buen orgasmo, la respiración se hace más profunda, el corazón late con más fuerza, se suda en abundancia y se mueven todos los músculos. La mente se relaja mientras espera tener el mejor de los orgasmos. Dentro de poco el dicho será: «Un orgasmo tras cada comida, y manda al cuerno la medicina».
Debemos recordar que el amor en solitario no es un camino de rosas constante. Igual que todos los tipos de amor, va y viene, crece y decrece. El año pasado tuve una crisis bastante importante. Siempre pensaba: «En cuanto adelgace seis kilos, empiece a hacer gimnasia y a ganar mucho dinero, me querré a mí misma». Me empezaron a doler las articulaciones de las caderas y me pasaba el día hablando mal de la masturbación mientras cojeaba. No me había quedado ciega, ni me habían salido verrugas, por masturbarme demasiado, pero estaba lesionada.
Una amiga me prestó un librito de un curandero metafísico que decía que los problemas de las caderas los causaba el miedo a tomar grandes decisiones. ¡Bingo! Llevaba bastante tiempo posponiendo nuevos proyectos. Cambié de actitud y empecé a pensar: «Tengo que seguir avanzando hacia todas las edades con una actitud positiva». Funciona.
La masturbación sigue siendo muy importante cuando tengo problemas. Pero siempre me convenzo de que me gusto tal y como soy. Si me quiero a mí misma puedo querer a otros, si ellos se quieren.