10
Trece estrategias que pueden mejorar su puntuación como amante

Roberto era muy popular. Era el único hombre del campamento nudista capaz de llevar cuatro cafés y diez donuts.

Ocho cosas que los hombres pueden hacer para aumentar su puntuación con las mujeres

A lo largo del libro le hemos mostrado las motivaciones principales de hombres y mujeres en lo referente al sexo y el amor. Basándonos en los estudios de los psicólogos y los biólogos evolutivos, les presentamos un resumen general de las cosas que más de veinte mil mujeres mencionaron como más valiosas de cara a que un hombre mejore su puntuación como posible amante.

1. Mostrar compromiso

Mostrar capacidad de compromiso es algo poderosamente atractivo para las mujeres dado que manifiesta la disposición a largo plazo de un hombre a compartir sus recursos con ella. Los principales factores que las mujeres usan para valorar el compromiso de un hombre son:

  1. Demostrar preocupación por los problemas de ella. Esto demuestra que ella puede contar con el compromiso de él en épocas de necesidad y que él le ofrecerá apoyo emocional.
  2. Un cortejo consistente. Si el hombre la saca de casa continuamente, le lleva flores, la llama, le manda cartas y mensajes de texto o correos electrónicos, le demuestra que plantea las cosas a largo plazo y que es menos probable que sólo desee sexo ocasional. Los estudios han demostrado que cuanto más persistente es un hombre al cortejar a una mujer, más opciones tiene de casarse con ella. La parte más importante del cortejo constante es que la mujer objeto de él esté por lo menos ligeramente interesada en el hombre. El cortejo continuado sin que ella esté interesada en él se considera acoso.

2. Mostrar confianza en sí mismo

En 1989, Barkow descubrió que el nivel de autoconfianza de un hombre está directamente relacionado con sus ingresos y, por tanto, con sus recursos, algo que enlaza con los estudios que demuestran que los hombres con ingresos más elevados son los que tienen más amantes. Varios estudios han demostrado que cuanto mayor es la confianza de un hombre en sí mismo, más probable es que se acerque a las mujeres más atractivas de una discoteca o un bar. La confianza fingida es una de las estrategias usadas por muchos hombres para tratar de atraer a las mujeres, pero la mayoría de mujeres tienen buen ojo para detectar a los farsantes. Para mejorar su autoestima de veras, un hombre debe marcarse metas claras de cara a mejorar sus capacidades y recursos, una estrategia que aumenta la producción de testosterona de su cuerpo, algo que a su vez aumenta aún más su autoconfianza. Un hombre debería fijarse objetivos, tener varias áreas de interés, ponerse en forma y demostrar que es ambicioso.

3. Ser amable

Los hombres que actúan amablemente con las mujeres, que se muestran sensibles a las necesidades de ellas y hacen cosas para ayudarlas indican que permanecerán a su lado a largo plazo y que le dedicarán recursos. La mayoría de hombres que buscan sexo a corto plazo entienden esta situación y simulan ser amables actuando de un modo más cortés, considerado y empático de lo que es habitual en ellos. Es una táctica habitual entre hombres que buscan sexo puntual. Éste es el tipo de hombre que dedica una atención desmedida a una mujer a la que acaba de conocer.

Hemos comparado los resultados de cincuenta y tres encuestas realizadas en un amplio abanico de revistas femeninas en las que se preguntaba a las mujeres qué les parecía más atractivo en un hombre. Éstas son las cinco respuestas más frecuentes aparte de la fidelidad:

  1. Que demuestre empatía y comprensión.
  2. Que sepa escuchar.
  3. Que exhiba buenos modales.
  4. Que sea atento.
  5. Que ofrezca su ayuda.

También son las estrategias más baratas que utilizan los hombres para atraer a las mujeres y tener breves relaciones sexuales. Los hombres que buscan sexo puntual lo intentan fingiendo las cosas que una mujer busca en una pareja estable e imitando las virtudes que ella desea encontrar en el hombre «adecuado». Simular intenciones a largo plazo es una táctica que sólo funciona en el caso de los hombres; las mujeres no la usan nunca.

4. Demostrar las habilidades físicas

Muchas mujeres comprenden que para atraer a un hombre tienen que hacerle sentir fuerte, por lo que hacen ver que no son capaces de cargar con una bolsa pesada, de abrir un bote o de matar a una araña. A la hora de describir el tipo de hombre que las atrae, el 92% de las mujeres dicen que les gustan los hombres con el pecho y los brazos desarrollados. Dicho de otro modo, con cuerpo de cazador. Actualmente, en el siglo XXI, los gimnasios están abarrotados de hombres que gruñen, gimen y levantan pesas para intentar lograr cuerpos que parezcan propios de alguien capaz de cazar animales y de combatir contra cualquier enemigo. Hoy en día, un cuerpo masculino muy musculado tiene un escaso valor práctico, pero los hombres saben que las mujeres admiran ese porte. En nuestro tiempo, unos músculos abdominales perfectamente definidos no tienen un auténtico valor funcional aparte de ser objeto de admiración de las mujeres.

Para atraer a más mujeres, los hombres muestran instintivamente sus dotes de cazadores en actividades como el deporte, levantando pesas, flexionando los músculos, cargando objetos pesados o abriendo botes. Los estudios demuestran que los atletas cuentan con el doble de amantes ocasionales que los demás hombres. Así pues, si usted es hombre, apúntese al gimnasio o comience su propio plan de ejercicio para estar fuerte y en forma. Como ya hemos dicho, los tipos vagos y gordos con un cuerpo en forma de manzana sólo consiguen mujeres hermosas en las películas, y las películas son ficción. Cuanto más en forma esté, mayores serán sus niveles de autoestima y confianza y más amantes de gran calidad atraerá.

Mi mujer estaba en la cocina preparando las tostadas con huevos pasados por agua que solemos tomar para desayunar vestida únicamente con la camiseta que usaba para dormir. Cuando entré, se giró hacia mí y me dijo suavemente:

—Tienes que hacerme el amor ahora mismo.

Se me encendieron los ojos y pensé que ¡o estaba soñando o era mi día de suerte! Como no quería perder la oportunidad, la abracé y me entregué a ello por completo allí mismo, sobre la mesa de la cocina.

—Gracias —suspiró ella, y entonces volvió al horno con la camiseta todavía enrollada alrededor del cuello.

Feliz, pero un poco desconcertado, le pregunté:

—¿A qué ha venido esto?

—Es que se ha roto el temporizador para los huevos.

5. Vestir ropa con poder

Los antropólogos John Townsend y Gary Levy de la Syracuse University dirigieron un experimento para demostrar el poder de la ropa cara como elemento para atraer a las mujeres. Mostraron a mujeres fotografías de hombres vestidos con ropa de categoría como trajes de tres piezas, polos, camisas blancas con corbatas de diseño o relojes Rolex. Se pidió a las mujeres que puntuaran el grado de atracción que les inspiraba cada hombre y las probabilidades que habría de que aceptaran ir a tomar un café, acudir a una cita, hacer el amor o casarse con cada uno de ellos. También les enseñaron fotografías de los mismos hombres con ropa que denotaba una baja condición social, como camisetas y tejanos, camisetas de tirantes, gorras de béisbol o un uniforme del Burger King. En general, las mujeres respondieron que se plantearían ir a tomar un café, acudir a una cita, hacer el amor o casarse con los hombres vestidos con ropa de alta categoría, pero no se lo cuestionarían con los hombres vestidos con ropa que indicaba un bajo estatus. Este tipo de experimento se ha repetido en distintas culturas con los mismos resultados. El resumen de todo esto es que el cazador más habilidoso, con un mayor ganado y con mejores collares y brazaletes es el que consigue más mujeres.

Elizabeth Hill, Elaine Nocks y Lucinda Gardner investigaron los efectos tanto del físico como de la vestimenta y la joyería de un cierto estatus sobre cómo se percibía el atractivo de hombres y mujeres, estudiando las respuestas de ochenta y una alumnas y sesenta y un alumnos universitarios. El aspecto físico se manipuló alterando las tallas de la ropa y la piel que dejaba al descubierto y el estatus se trastocó cambiando la ropa para representar el modo de vestir de distintas clases sociales. Los sujetos del estudio puntuaban a los modelos del sexo opuesto valorando su atractivo físico y sus valores como pareja para una cita, amantes o cónyuges. Todas las puntuaciones de atractivo aumentaban cuando los modelos llevaban ropa de alta categoría, sobre todo cuando el físico no era evidente. Cuando se enfatizaba el cuerpo, tendía a aumentar la puntuación del atractivo como amante, pero disminuía el valor como cónyuge del modelo.

¿En qué se diferencian un hombre con la crisis de los cuarenta y un payaso de circo?

En que el payaso sabe que lleva ropa ridícula.

A los hombres no les gusta tirar ropa. Continúan llevando la misma ropa interior años después de que la goma haya dado de sí y aunque sólo se sujeten por la presión de los pantalones. Muchas mujeres siguen una sencilla regla con la ropa: si no te has puesto una prenda en un año, tírala. Han pasado las cuatro estaciones y no te la has puesto, así que tírala, sobre todo si se trata de ropa interior. Los hombres deberían pedir a su pareja, su hermana, su madre, su vecina o cualquier amiga que valorara su ropero, y también debería concederle plena autoridad para tirar todo lo que sea necesario.

6. Demostrar atención

Los psicólogos evolutivos Peggy La Cerra, Leda Cosmides y John Tooby llevaron a cabo un experimento en el que mostraron a mujeres imágenes de un hombre en tres actitudes distintas: solo, interactuando positivamente con un bebé e ignorando un bebé angustiado. Las mujeres valoraron que el hombre que interactuaba con el bebé era el más atractivo y el que lo ignoraba el menos atractivo. Cuando mostraron imágenes de mujeres mostrando el mismo tipo de actitudes con bebés, no variaba su grado de atracción hacia ellas. Cuando otros investigadores repitieron el experimento usando un cachorro en lugar de un bebé, los resultados fueron iguales por lo que respecta al grado de atracción del hombre entre las mujeres. Análogamente, los hombres se sentían idénticamente atraídos por la mujer en todas las imágenes, aunque algunos hombres comentaron que pese a que la mujer era atractiva, no debería ser brusca con el perro. La conclusión que deben sacar los hombres de esto es clara: dedicar atenciones positivas a bebés o a la mascota de una mujer conlleva grandes recompensas.

7. Demostrar sinceridad

La demostración de sinceridad entra, según valoraciones efectuadas por mujeres, en el 10% de las mejores estrategias que puede aplicar un hombre para lograr una pareja a largo plazo. Fingir ser sincero para obtener una relación sexual a corto plazo también funciona. Si un hombre quiere impresionar a una potencial pareja a largo plazo, no debería exagerar sus recursos ni su estatus. Decir a una mujer que dirige un negocio de distribución de alimentos resultará contraproducente si finalmente resulta ser un repartidor de pizzas, pero si le dice que comienza por los escalones más bajos del negocio para aprender los entresijos del negocio y poder comprar algún día la pizzería, logrará impresionarla. Ser sincero no significa contestar: «Sí», si una mujer le pregunta si cree que tiene el trasero gordo. Significa decirle que la quiere tal y como es. Si perdiera unos kilos, ella se sentiría mejor, por supuesto, pero a usted no le molesta en absoluto.

Ella: ¿Este vestido me hace el trasero grande?

Él: No, es tu trasero el que hace grande el vestido.

8. Muestras de amor

Cualquier acto que demuestra amor se interpreta como una señal de compromiso. Entre estos actos se cuentan comprar un regalo especial a la mujer, mostrar una conducta cariñosa (sobre todo delante de otras personas) y decir con frecuencia: «te quiero». Las mujeres valoran cualquier muestra de cariño en función del esfuerzo que suponga al hombre. Los hombres a menudo piensan que una demostración de cariño tiene que ser algo espectacular o caro, como por ejemplo, mandar un ramo enorme de flores o llevarla a un restaurante caro y dejar una propina enorme. Por supuesto, este tipo de cosas hacen ganar puntos a cualquier hombre, pero a largo plazo el esfuerzo es la clave. Si le facilita la vida limpiando la casa, lavando los platos o cuidando a los niños para que ella tenga tiempo para un masaje relajante o para gozar de un tratamiento facial, su puntuación será inmensamente mayor. El esfuerzo dedicado es mucho más importante que cualquier cosa que pueda comprar. Una nota a mano para decirle a una mujer lo especial que es supera a un billete de veinte euros invertido en cualquier cosa.

Cómo critican los hombres a la competencia

Si un hombre quiere reducir el valor como amante de un competidor, lo puede lograr razonando a una mujer que ese competidor tiene poca ambición, que no tiene motivación alguna, que sus activos son mediocres y que no podría dirigir a un grupo de hombres ni en una oración silenciosa. En otras palabras, mina el potencial del competidor para adquirir poder o conseguir recursos. También puede menguar el atractivo del rival diciendo directa o implícitamente que es promiscuo y que es incapaz de ser fiel a una sola mujer, lo cual supone que tendría que repartir sus recursos entre muchas mujeres y no podría canalizarlos hacia ella. También puede decir que el competidor tiene pareja y/o hijos, indicando que tendría menos recursos disponibles para dirigirlos a una potencial nueva pareja. Esta estrategia funciona solamente porque las mujeres están programadas para elegir a hombres que disponen de recursos o que tienen potencial para acceder a ellos. En esta situación, un hombre nunca dirá que el otro es feo o que se le está cayendo el pelo porque estos factores ocupan un escalón bajo en la escala de los deseos de una mujer. Por eso los hombres exageran siempre los criterios más importantes para las mujeres: mienten a las mujeres sobre su trabajo, su sueldo, su estatus y su disposición al compromiso para intentar mejorar su puntuación como amante potencial.

Cinco cosas que las mujeres pueden hacer para mejorar su puntuación con los hombres

Basándonos en encuestas sobre la opinión de más de veinte mil hombres, presentamos un resumen general de las acciones más valiosas que pueden hacer las mujeres para mejorar su atractivo y su valor como amantes potenciales.

1. Cuidar y mejorar el aspecto

Analizamos las revistas expuestas en veinticuatro países y descubrimos que anuncian las mismas historias e imágenes en todas partes. En orden de prioridad, éstos son los principales temas anunciados en la portada de las revistas femeninas:

  1. Cómo mejorar la imagen.
  2. Cómo mejorar en la cama.
  3. Información sobre la relación/salud/apariencia de alguien.
  4. Comida (ya sea cómo cocinar o una dieta).
  5. Tests y encuestas para valorar una relación potencial con un hombre.

A las mujeres se les muestra cómo mejorar su aspecto para conseguir más amor y sexo, pero simultáneamente las revistas les ofrecen páginas dedicadas a cómo cocinar para que pierdan de vista esos objetivos y ganen peso.

Ahora compare estos temas con los anunciados en la portada de las revistas masculinas, en las que aparecen:

  1. Cómo aumentar la musculatura.
  2. Cómo mejorar la virilidad.
  3. Cómo lograr más sexo esporádico.
  4. Artículos —cargados de testosterona— sobre pesca, ordenadores, caza, deporte, coches y el ámbito laboral.

En vista de que los hombres dan tanta importancia al aspecto de la mujer, las mujeres tratan de parecer más valiosas desde un punto de vista reproductivo exhibiendo juventud, salud y atractivo físico. Las mujeres invierten el triple de tiempo que los hombres en cuidar su atractivo físico y quince veces más dinero en productos para conservar ese aspecto. Las mujeres que no lo hacen pierden terreno en el juego del apareamiento. Aunque hoy en día algunos hombres usan ciertos productos cosméticos, generalmente éstos se limitan a una loción de afeitado, algunos acondicionadores para la piel y productos para el cabello. Si un hombre invierte demasiado tiempo en cuidar de su imagen, las mujeres lo pueden ver como alguien egocéntrico o bien pensar que podría ser gay, lo cual reduce su atractivo para ellas.

Las mujeres usan casi todos los engaños visuales a su alcance para atraer a los hombres. Entre ellos se cuentan llevar tacones altos para que parezca que tienen unas piernas más largas (mayor fertilidad), uñas artificiales para que las manos parezcan más largas, implantes en los pechos para parecer más jóvenes, ropa oscura o rayas verticales para parecer más delgadas, tintes de pelo, cirugía estética, pelucas u hombreras. En el siglo XIX muchos de estos trucos eran ilegales y una mujer podía ir a la cárcel por usarlos para atraer a un hombre.

Si estas estrategias funcionan es porque se basan en las preferencias programadas en el cerebro de los hombres. No se trata necesariamente de que las mujeres quieran hacer este tipo de cosas, simplemente a los hombres les gustan y las mujeres lo saben.

Un mendigo se acerca a una mujer bien vestida que está de compras por Rodeo Drive y le dice:

—Llevo cuatro días sin comer nada.

La mujer le mira y le dice:

—Señor, ojalá tuviera yo su fuerza de voluntad.

La cirugía estética y la industria cosmética apuntan a la necesidad de la mujer de mejorar su aspecto y parecer saludable y joven a los ojos de los hombres. Los polvos faciales alisan la piel y ocultan cualquier indicio de una mala salud potencial, y una mascarilla facial suprime las marcas de la baja fertilidad. Los pintalabios y las inyecciones de colágeno agrandan los labios, y los tonos rojos simulan un aumento del riego sanguíneo, un indicador de que una mujer puede ser sexualmente receptiva. El rímel crea la ilusión de que los ojos de la mujer son más grandes y receptivos a los hombres, y el champú y el acondicionador ayudan a sugerir que su salud ha sido excelente en los últimos tiempos. Los hombres perciben las mejillas coloradas como una señal de buena salud, por lo que las mujeres utilizan colorete para simularla. Como los hombres se sienten atraídos por los pechos juveniles y puntiagudos, las mujeres visten sujetadores que realzan sus pechos o bien se ponen implantes. Las mujeres que hacen este tipo de cosas aseguran que es para «sentirse mejor con ellas mismas». En realidad, se sienten mejor con ellas mismas porque atraen más a los hombres. Las revistas femeninas exhiben fotos de portada en las que aparecen mujeres que lucen los rasgos de salud y belleza a los que aspiran las mujeres, mientras que las revistas para hombres publican fotos de mujeres que exhiben ese mismo tipo de rasgos y que además usan el lenguaje corporal y las posturas adecuadas para indicar disponibilidad sexual. El único momento en que otros hombres aparecen en la portada de las revistas masculinas es cuando anuncian un artículo sobre cómo puede un hombre mejorar su aspecto aumentando su musculatura de modo que parezca que podría combatir contra un animal de gran tamaño.

2. Enfatizar la fidelidad

El doctor David Buss identificó ciento treinta estrategias de atracción entre personas de veintidós culturas distintas. Éstas son las tres características que según sus conclusiones los hombres más deseaban encontrar en las mujeres:

  1. Fidelidad.
  2. Que se abstenga del sexo con otros hombres.
  3. Que demuestre devoción.

Estas cualidades contaban con un mínimo del 93% de importancia para los hombres dado que son indicadores claros de la paternidad real de un marido. Los hombres prehistóricos no tenían ningún modo de saber si un bebé era realmente suyo, pero como disponían de un harén de mujeres, sus posibilidades de tener descendencia eran elevadas. Las tres características mencionadas serían más importantes para un hombre del siglo XXI que para sus antepasados, dado que las mujeres de hoy en día insisten en la monogamia. Esta circunstancia supone que un hombre está limitado a una sola mujer para que transmita sus genes, por lo que necesita mayores garantías de ser el padre de su descendencia.

Tal como vimos anteriormente, sólo cuando las pruebas de ADN han pasado a ser algo corriente se ha podido demostrar que en el Reino Unido, por ejemplo, un bebé de cada once nacidos en el seno de un matrimonio no es hijo del marido. Éste es el motivo por el que decir que una rival no es capaz de mantenerse fiel a un marido ha demostrado ser una de las estrategias más efectivas que puede usar una mujer. Hay que tener en cuenta que esta táctica sólo funciona con los hombres que buscan una mujer para una relación de largo recorrido. Si un hombre busca una mujer para sexo ocasional a corto plazo, decir que una mujer es ligera de cascos o que se acuesta con muchos hombres lo único que consigue es hacer que se sienta más interesado por ella.

El hecho de que los hombres detesten la promiscuidad femenina en las parejas a largo plazo ha dado pie a la aparición a lo largo de los últimos mil años de decenas de palabras para describir a una mujer promiscua, la mayoría de las cuales son despectivas. En cambio, hay pocas palabras negativas, si es que las hay, para describir negativamente el comportamiento promiscuo de un varón, y generalmente se usan con connotaciones de orgullo o envidia. Entre las palabras usadas para las mujeres encontramos puta, guarra, zorra, ramera, calientabraguetas, calientapollas, golfa, perra o salida.

En cuanto a los hombres, los adjetivos difieren: conquistador, playboy, machote, macho ibérico, casanova, gigoló, mujeriego o pichabrava, por ejemplo. La mayoría de estas palabras resultan directa o indirectamente halagüeñas para los hombres.

Las tres mejores maneras de destacar la fidelidad por parte de una mujer son:

No hablar sobre los hombres de sus relaciones anteriores.

No coquetear con otros hombres.

No hacer el amor demasiado pronto en una nueva relación. Demasiado pronto significa antes de que él le haya demostrado que está dispuesto a invertir sus recursos y tiempo en usted.

3. Hacerse la dura

Una actitud tímida, comedida o introvertida también ha demostrado ser muy efectiva cuando una mujer la emplea para atraer a un hombre que busca una pareja a largo plazo. La timidez funciona con los hombres dado que indica que una mujer sería difícil de conseguir y se considera un indicador de fidelidad. Si una mujer es un «polvo fácil», un hombre interpreta que también lo será para otros hombres, lo cual compromete sus garantías de paternidad. Hacerse la dura es una estrategia excelente dado que apela a dos motivaciones primitivas de los hombres: la fidelidad y la seguridad de que los hijos son realmente de él.

—¿Soy el primer hombre que te ha hecho el amor? —preguntó él.

—Podría ser —respondió ella—. Me suenas de algo.

La gente de todo el mundo está profundamente interesada en la reputación sexual de los demás y, por ello, los programas del corazón se centran en ello —quién duerme con quién, con qué frecuencia, por qué, dónde y cuándo, y ¿quién es el padre de quién?—. Sin embargo, para los hombres que buscan una relación ocasional, la timidez se juzga algo negativo dado que indica que deberá destinar demasiado trabajo duro o excesivos recursos para conseguir a esa mujer. Una mujer que reprime el sexo aumenta su puntuación como pareja dado que obliga a los hombres a verla como una pareja potencial a largo plazo.

Ceder al sexo provoca que el hombre vea a la mujer como una pareja ocasional.

4. Mostrar menos piel

Nocks, Hill y Gardner mostraron a hombres y mujeres una serie de imágenes de personas del sexo opuesto en las cuales mostraban distintas cantidades de piel desnuda. Cuanta más piel exhibía una mujer, mayor era su puntuación entre los hombres como pareja ocasional potencial, pero menor era la valoración obtenida como pareja a largo plazo. Cuanto más ajustada y más reveladora era la ropa de una mujer, mayores eran sus puntuaciones como pareja a corto plazo y menores como esposa.

Las mujeres valoraban mejor a los hombres con menos ropa y con prendas más reveladoras como amantes ocasionales, y a los hombres completamente vestidos como maridos. Cuanto más bajo era el corte de un vestido de mujer y más dejaba ver sus pechos, menos recordaban los hombres, o menos les importaba, qué había dicho.

La lección que conviene aprender es que cuanta más piel cubre una mujer —sobre todo en las zonas más eróticas— más probabilidades tiene de que la perciban como una posible pareja a largo plazo.

5. Hacerse la tonta, la indefensa o la sumisa

El doctor Buss descubrió que estas tres tácticas funcionan razonablemente bien a la hora de atraer parejas a corto plazo (efectividad del 48%) pero no son tan efectivas a la hora de atraer parejas estables (efectividad del 23%). La clave de estas tácticas es que implican que un hombre con perspectivas a corto plazo tiene menos posibilidades de ser rechazado por una mujer que se hace la tonta, la indefensa o la sumisa, y que es más fácil que logre manipularla. Esto explica el tópico de la «rubia tonta».

Cómo critican las mujeres a la competencia

Cuando una mujer quiere rebajar el valor como pareja de una competidora, critica su salud y su belleza. Puede decir que su competidora tiene pechos falsos, que se ha hecho un lifting, que tiene una enfermedad de transmisión sexual o que duerme con cualquiera. Una vez más, este tipo de estratagemas funcionan porque el cerebro masculino está programado para buscar salud, juventud y fidelidad. Una mujer nunca dirá que una competidora tiene un trabajo horrible o que no es la dueña de su casa. A la hora de exagerar, las mujeres mienten a los hombres sobre su edad (juventud), el número de amantes que han tenido (fidelidad) y su salud (cosméticos, tacones altos, cirugía plástica, etc.).

Como los hombres dan tanta importancia al aspecto de una mujer, las mujeres no sólo luchan por mejorar su propia apariencia, sino que desprecian el aspecto físico de sus rivales. Denigran a sus competidoras diciendo que son gordas, feas, deformes o sin ningún atractivo: «¿La has visto sin maquillaje?» o «Lleva los pechos operados/los labios postizos/demasiado maquillaje». Nunca escucharán a una mujer decir que una rival no tiene ambición o tiene un coche barato. Criticar la fidelidad de otra mujer sólo funciona con los hombres que buscan una pareja a largo plazo. Si llama zorra a una rival, inmediatamente resultará más atractiva a los hombres que buscan sexo ocasional.

Para ser feliz con un hombre, debe entenderle mucho y quererle un poco.

Para ser feliz con una mujer, debe quererla mucho y no tratar de entenderla en absoluto.

  • Es posible mejorar su puntuación como amante con el sexo opuesto.
  • Los hombres deberían ser empáticos y mostrarse solidarios con la mujer de su vida. Las pequeñas muestras de compromiso y afecto significan mucho más para una mujer que los regalos grandes y caros.
  • Las mujeres deberían enfatizar su fidelidad, evitar mostrar demasiada carne y concentrarse en su aspecto si quieren mejorar su puntuación como amantes.
  • Tanto los hombres como las mujeres criticarán activamente la competencia para rebajar la puntuación del contrincante como amante potencial. Los hombres critican los recursos de los otros hombres o su capacidad para obtenerlos mientras las mujeres atacan el aspecto de las demás.